Despejando en el fútbol
Despejar significa asegurar que el balón permanezca “libre” de la intervención enemiga por un importante periodo de tiempo.
Patear el balón fuera del campo de juego usualmente proveerá segundos importantes a un superado número de defensas esperando refuerzos.
Recuerden que un despeje, al igual que cualquier estrategia no está sujeto a una técnica particular pero si es una función especifica. Un defensa puede proteger el balón y sacarlo de juego aun sin tocarlo. En ese caso, asegura un despeje sin tocar de hecho tocar el balón.

Principios generales
El primer principio del despeje es asegurarse que el oponente tiene pocas o nulas posibilidades de contacto con el balón. Eso en si mismo no justifica el porqué un jugador podría despejar el balón.
Despejar es usado principalmente en situaciones donde no hay otras opciones sensatas disponibles para el jugador particular que maneja el balón. Por ejemplo, si un defensor con poco físico es presionado, él podría preferir despejar el balón en vez de de tratar de protegerlo.
Otras situaciones donde puede ser útil despejar el balón se dan cuando el equipo enemigo ha logrado una muy buena posición en el ataque.
Tipos de Despejes
Apoyo Técnico
Despejar el balón por seguridad es un método aplicado cuando no se poseen suficientes herramientas para manejar la situación dada. Los porteros por ejemplo, frecuentemente despejan los cruces cuando no están seguros de poder atrapar el balón.
Por consiguiente, debemos ver al despeje como una herramienta aplicable en situaciones en donde uno no confía lo suficiente es sus habilidades. Típicamente, la dirección en la cual el balón es despejado debe estar lejos de la concentración enemiga. Esto les podría generar más tiempo para recobrar el balón. En situaciones extremas, el balón puede ser pateado o sacado del campo de juego.
Desactivar un ataque
Otra buena aplicación del despeje es como método de desactivación de un ataque del contrario. Esto puede significar que un hábil defensa puede despejar el balón no sólo para parar el ataque enemigo sino para disminuir su avance.
Usualmente es mejor despejar el balón fuera del terreno de juego cuando se trata de incomodar el ataque enemigo. Sicológicamente, es difícil volver a empezar un ataque con el mismo fervor después de que un defensa ha pateado el balón sobre las graderías del estadio.
Impacto táctico
Cuando se despeja el balón, es difícil ser exigente sobre la dirección precisa a donde se dirigirá el balón. Sin embargo, es recomendable jugar el balón a un área saturada con el mayor número de compañeros de equipo. Esto incrementa la probabilidad de mantener la posesión mientras se juega el balón de forma segura.